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Un trabajo realizado por las chicas de Laberinto fotografías.
Cinthia Arias
Eyelen Giacobbe
Paula Basaldúa
Nadia Gonzalez Mendy
martes, 25 de octubre de 2011
sábado, 27 de agosto de 2011
Monumento Mujer Originaria
En Argentina, uno de sus primeros presidentes, Julio Argentino Roca, es considerado un héroe nacional.
Hay estatuas suyas y calles con su nombre a lo largo y ancho del país, y su cara adorna los billetes de mayor valor, los de cien pesos.
Sin embargo, un número creciente de argentinos no ve de la misma forma a este prócer de los siglos XIX y XX.
Quieren que su cara sea borrada del papel moneda y que sus estatuas sean eliminadas de las calles.
Lo consideran un genocida que acabó con la vida de miles de indígenas durante la llamada Campaña del Desierto contra los pueblos mapuche y tehuelche.
El retrato en los billetes parece mostrar a Roca (1843-1914) como un hombre benigno, considerado y amable, con los mejores deseos e intereses en su corazón para una nación naciente, explica el corresponsal de la BBC en Buenos Aires, Daniel Schweimler.
Fue presidente en dos ocasiones, de 1880 a 1886 y de 1898 a 1904, y se le atribuye la modernización y la prosperidad de Argentina en aquella época, cuando el país alcanzó el estatus de potencia económica mundial.
Como militar lideró campañas contra comunidades indígenas indómitas y logró el control de amplios territorios de la región pampeana y la Patagonia.
Cuestionamientos
Sin embargo, el movimiento anti-Roca dice que la historia fue escrita por sus amigos y seguidores.
La verdad, afirma este grupo citando evidencia histórica sólida, es que el prócer fue responsable de un genocidio contra las comunidades indígenas de Argentina, explica Schweimler.
Los detractores de Roca dicen que sometió a sus prisioneros a la esclavitud, robó tierras que entregó a sus aliados y fue responsable de una corrupción a gran escala, algo que los historiadores del establisment suelen negar o pasar por alto.
Hay campañas en diversas ciudades y poblaciones de toda Argentina para retirar sus estatuas.
Incluso hay una iniciativa en Buenos Aires, donde se encuentra uno de los principales monumentos en memoria del ex presidente, que busca recolectar toneladas de llaves de casas viejas para fundirlas y elaborar una escultura de bronce de una mujer indígena, de diez metros de altura, que sustituya a la de Roca.
Nuestro corresponsal dice que el proyecto cuenta con el apoyo de numerosos escritores, académicos, actores y artistas argentinos.
Uno de ellos es el periodista e historiador Osvaldo Bayer, quien ha confesado que siente vergüenza cada vez que pasa junto a una estatua de Roca.
A casi cien años de su muerte, el debate sobre la figura del hombre considerado como uno de los mayores próceres de Argentina parece estar en su punto más álgido.
¿Fue uno de los padres de la nación o meramente un déspota asesino? El país parece estar dividido en torno de esta pregunta.
Ausencias, y más ausencias...
Lábil y voraz encuentro, intrincado océano de espejos,
encendiendo la válvula del farol te ubico,
se que estas, remontando sueños en barriletes de cristal,
¡que el relámpago no apague tu luz!, debo hallarte...necesito hallarte.
Cargo un lamento sobre los talones,
me duelen las manos de escribirte y no saberte,
de perderte y no verte,
me he descubierto vulnerable a tus antojos,
tu risa colorida me aguarda, quiero beberte...
quiero manipular los gestos de tu rostro,
regalarte la melodía del piano,
sentarme en tu mesa desayunando besos,
acorralarte en el rincón de mis abrazos.
¡Que la tormenta no me borre tus pasos!
quiero seguirte descalza por los paraísos del pasado,
comprobar que tu mirada se asemeja a la mía,
ensordecerme con el timbre de tu voz.
Se que estas...remontando barriletes de cristal.
encendiendo la válvula del farol te ubico,
se que estas, remontando sueños en barriletes de cristal,
¡que el relámpago no apague tu luz!, debo hallarte...necesito hallarte.
Cargo un lamento sobre los talones,
me duelen las manos de escribirte y no saberte,
de perderte y no verte,
me he descubierto vulnerable a tus antojos,
tu risa colorida me aguarda, quiero beberte...
quiero manipular los gestos de tu rostro,
regalarte la melodía del piano,
sentarme en tu mesa desayunando besos,
acorralarte en el rincón de mis abrazos.
¡Que la tormenta no me borre tus pasos!
quiero seguirte descalza por los paraísos del pasado,
comprobar que tu mirada se asemeja a la mía,
ensordecerme con el timbre de tu voz.
Se que estas...remontando barriletes de cristal.
Cosas mias, literatura, mùsica, videos
Cosas mìas
Versos
Te di el último suspiro, el beso atroz del océano,
el silencio prematuro del tiempo,
la gestación del sol en la palma de tu mano,
la sonrisa perfecta, la inocencia de la bruma diurna,
el secreto del rocío.
Te di el último amanecer de este cuerpo que ya no es mío,
de estas manos empapadas de sangre tibia,
de este rostro pálido y frío,
de esta encrucijada vida.
Te di la sencillez de una mirada tierna,
de una caricia noble,
de besos en burbujas de agua,
la suavidad de una piel virgen,
la tentación de la fecundación del amor,
la biografía de nuestros cuerpos,
la confesión de nuestros deseos,
la delicadeza de unos ojos libres,
la belleza de amaneceres sobre tus piernas.
Te di la misma vida que creía muerta
el silencio prematuro del tiempo,
la gestación del sol en la palma de tu mano,
la sonrisa perfecta, la inocencia de la bruma diurna,
el secreto del rocío.
Te di el último amanecer de este cuerpo que ya no es mío,
de estas manos empapadas de sangre tibia,
de este rostro pálido y frío,
de esta encrucijada vida.
Te di la sencillez de una mirada tierna,
de una caricia noble,
de besos en burbujas de agua,
la suavidad de una piel virgen,
la tentación de la fecundación del amor,
la biografía de nuestros cuerpos,
la confesión de nuestros deseos,
la delicadeza de unos ojos libres,
la belleza de amaneceres sobre tus piernas.
Te di la misma vida que creía muerta
viernes, 22 de julio de 2011
La FotografiK Mostrando el Abandono Total del Hospital RIvadavia y Gutie...
Agregar qué... está a la vista de todos!! Difundan por favor, Gracias!!
domingo, 3 de julio de 2011
Un domingo más...
Y sentirme esos días como el agua del Río Traful y sus pequeñas cataratas…, a veces caliente, a veces frío, mientras me arremolino por dentro y me mareo. Tener ráfagas de sensaciones encontradas, resbalarme con sus musgosas rocas y caer de bruces en mi mundo interior, infranqueable y blindado, para no salir de ahí aún oyendo voces en el exterior.
Hacerle fotos a mi soledad y obtener una con el sol tapándome la cara a modo de antifaz mientras escucho música y sigo paseando por mi mundo interior con una “L” en la parte trasera…, y es que, en ocasiones, aún creo que llevo la “L” detrás, burlona e ingenua, brillante y llamativa, a modo de tatuaje.
Porque he descubierto que en los caminos interiores hay señales de obligatoriedad que te dicen que, tienes que ir a la derecha…, sea cual sea ese camino. Para unos será una cosa, para otros otra. Cada cual escribe sus señales de tránsito interno, cada uno decide saltárselas o hacerles caso… Es después cuando se pagan las consecuencias a corto, medio o largo plazo.
Y justo ahí está el corazón, al que no le suelen quitar puntos por infracción, sino que se los suelen poner, pero de sutura. ¿Quién no tiene un remiendo ahí?
Y por el tubo de escape echo toda la mierda que llevo dentro. Lo malo es que como suelo hacerlo en mis viajes internos sólo logro que toda la porquería se quede ahí, dentro de mí... La acumulo como esos indigentes que viven en sus casas, arrinconando basura día a día. Sí, eso es…, es como un síndrome de Diógenes pero interior. Creo que eso es lo que me pasa.
Y vuelvo a la realidad de ese paisaje rocoso con arrullos de agua de fondo. Veo que la pila de mi mp3 está casi gastada y tú sigues sin venir, veo que la bombilla de mi luz interior se fundió días atrás y yo sigo sin cambiarla, veo que las expectativas me han vuelto a jugar una mala pasada y vuelvo a mecerme por dentro para marearme más y poder vomitar todo esto que llevo dentro y que no es precisamente gasolina súper sino, más bien, unas cuantas bolsas repletas de basura.
Hacerle fotos a mi soledad y obtener una con el sol tapándome la cara a modo de antifaz mientras escucho música y sigo paseando por mi mundo interior con una “L” en la parte trasera…, y es que, en ocasiones, aún creo que llevo la “L” detrás, burlona e ingenua, brillante y llamativa, a modo de tatuaje.
Porque he descubierto que en los caminos interiores hay señales de obligatoriedad que te dicen que, tienes que ir a la derecha…, sea cual sea ese camino. Para unos será una cosa, para otros otra. Cada cual escribe sus señales de tránsito interno, cada uno decide saltárselas o hacerles caso… Es después cuando se pagan las consecuencias a corto, medio o largo plazo.
Y justo ahí está el corazón, al que no le suelen quitar puntos por infracción, sino que se los suelen poner, pero de sutura. ¿Quién no tiene un remiendo ahí?
Y por el tubo de escape echo toda la mierda que llevo dentro. Lo malo es que como suelo hacerlo en mis viajes internos sólo logro que toda la porquería se quede ahí, dentro de mí... La acumulo como esos indigentes que viven en sus casas, arrinconando basura día a día. Sí, eso es…, es como un síndrome de Diógenes pero interior. Creo que eso es lo que me pasa.
Y vuelvo a la realidad de ese paisaje rocoso con arrullos de agua de fondo. Veo que la pila de mi mp3 está casi gastada y tú sigues sin venir, veo que la bombilla de mi luz interior se fundió días atrás y yo sigo sin cambiarla, veo que las expectativas me han vuelto a jugar una mala pasada y vuelvo a mecerme por dentro para marearme más y poder vomitar todo esto que llevo dentro y que no es precisamente gasolina súper sino, más bien, unas cuantas bolsas repletas de basura.
Cosas mias, literatura, mùsica, videos
Cosas mìas
jueves, 17 de marzo de 2011
Déjame...
El viento azota brutalmente mi ventana,
su silbido es similar a un grito desgarrador,
cada vez mas fuerte, con una furia indescriptible golpea los vidrios,
como si intentara destrozarlos.
La lluvia es torrencial, no cesa…
y cubre a todos en un manto azul…
quiere ahogarme…
El frío perfore mis huesos, recorre cada arteria,
cada órgano vital, me aniquila…
Perfora y se mezcla en mis entrañas, me arrebata
la conciencia, entorpece mis sentidos.
Estoy vacía…y la naturaleza en su peor momento
me llena, me mata, me golpea, me aturde,
me congela, me ahoga….
su silbido es similar a un grito desgarrador,
cada vez mas fuerte, con una furia indescriptible golpea los vidrios,
como si intentara destrozarlos.
La lluvia es torrencial, no cesa…
y cubre a todos en un manto azul…
quiere ahogarme…
El frío perfore mis huesos, recorre cada arteria,
cada órgano vital, me aniquila…
Perfora y se mezcla en mis entrañas, me arrebata
la conciencia, entorpece mis sentidos.
Estoy vacía…y la naturaleza en su peor momento
me llena, me mata, me golpea, me aturde,
me congela, me ahoga….
martes, 22 de febrero de 2011
Algo más de quién soy...
Siempre fui Amèlie... |
Cuando tenía 6 años. Una noche, mi padre apareció con una cámara polaroid...
Dijo: la voy a guardar y cuando seas más grande las vas a poder usar…
Siendo fiel a mí, jamás hice caso a la autoridad y de hurtadillas entraba a la habitación y tomaba prestada mi cámara regalada.
Y la sensación de que pertenecía a otro mundo, apenas observaba al mundo a través de un visor diminuto…
El tiempo pasó, cambie de muchas carreras… y muchos caminos…
Y al final, estaba allí… lo que busque toda mi vida…
Por eso me interesa fotografiar todo lo que tiene relación conmigo. Las considero como una forma de comunicación que intento llegar a los demás de una manera profunda. Tal vez deseo ser parte de esa foto que la encuentro suspendida en el tiempo, creo historias al apretar el obturador, son instantes de haber visto algo que merece ser inmovilizado en un pequeño fragmento de eternidad.
En definitiva fotografío para vivir, para interrogarme y para mí.
Y es lo que amo...
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