viernes, 22 de julio de 2011

La FotografiK Mostrando el Abandono Total del Hospital RIvadavia y Gutie...




Agregar qué... está a la vista de todos!! Difundan por favor, Gracias!!

domingo, 3 de julio de 2011

Un domingo más...

Y sentirme esos días como el agua del Río Traful y sus pequeñas cataratas…, a veces caliente, a veces frío, mientras me arremolino por dentro y me mareo. Tener ráfagas de sensaciones encontradas, resbalarme con sus musgosas rocas y caer de bruces en mi mundo interior, infranqueable y blindado, para no salir de ahí aún oyendo voces en el exterior.

Hacerle fotos a mi soledad y obtener una con el sol tapándome la cara a modo de antifaz mientras escucho música y sigo paseando por mi mundo interior con una “L” en la parte trasera…, y es que, en ocasiones, aún creo que llevo la “L” detrás, burlona e ingenua, brillante y llamativa, a modo de tatuaje.

Porque he descubierto que en los caminos interiores hay señales de obligatoriedad que te dicen que, tienes que ir a la derecha…, sea cual sea ese camino. Para unos será una cosa, para otros otra. Cada cual escribe sus señales de tránsito interno, cada uno decide saltárselas o hacerles caso… Es después cuando se pagan las consecuencias a corto, medio o largo plazo.

Y justo ahí está el corazón, al que no le suelen quitar puntos por infracción, sino que se los suelen poner, pero de sutura. ¿Quién no tiene un remiendo ahí?

Y por el tubo de escape echo toda la mierda que llevo dentro. Lo malo es que como suelo hacerlo en mis viajes internos sólo logro que toda la porquería se quede ahí, dentro de mí... La acumulo como esos indigentes que viven en sus casas, arrinconando basura día a día. Sí, eso es…, es como un síndrome de Diógenes pero interior. Creo que eso es lo que me pasa.

Y vuelvo a la realidad de ese paisaje rocoso con arrullos de agua de fondo. Veo que la pila de mi mp3 está casi gastada y tú sigues sin venir, veo que la bombilla de mi luz interior se fundió días atrás y yo sigo sin cambiarla, veo que las expectativas me han vuelto a jugar una mala pasada y vuelvo a mecerme por dentro para marearme más y poder vomitar todo esto que llevo dentro y que no es precisamente gasolina súper sino, más bien, unas cuantas bolsas repletas de basura.

Silvio Rodríguez - Judith



Si no tienes nada bonito para decir...

... mejor no lo digas!